A finales de 1954, Eduardo Ducay, Juan Julio Baena y Carlos Saura viajan a la comarca de Sanabria (provincia de Zamora) para realizar un documental de encargo sobre las obras de un sistema de embalses. Buena parte del material filmado resultó inservible por un problema técnico, pero Ducay rescató una parte y lo combinó con voz en off para construir una obra sobre las ausencias.
 
Por aquel entonces, Carlos Saura, fallecido este viernes a los 91 años, un día antes de recibir el Goya de Honor, se trataba de un joven ayudante de Dirección.
Poco a poco Saura fue haciéndose hueco en la industria del cine hasta convertirse en el más grande de los últimos cineastas de nuestro tiempo que contribuyeron a forjar la esencia del cine español durante la etapa más difícil de nuestra historia reciente, durante la dictadura y la transición hasta llegar a nuestro presente.